martes, 19 de enero de 2016

Eres mi esperanza

Dicen que la esperanza es lo último que se pierde.
Supongo que será por eso por lo que yo misma no me encuentro y sigo manteniendo la esperanza de que sea hoy cuando me vuelva a ver en tus ojos.
No te lo digo con frecuencia, pero ahora son los únicos que veo al mirarte. Ni mi reflejo, ni estupideces, supongo, que será por eso por lo que no me encuentro.
Supongo que, por eso, la existencia deja de tener algún sentido, por mínimo que sea, cuando desapareces tú.
Eres algo así como la respuesta correcta de cualquier ecuación, la gravedad que provoca mi toma a tierra, la parte blanca de cualquier negro, lo que solo ves cuando cierras los ojos, la pieza pérdida del puzzle que coge polvo en el último cajón.
Y te sorprendes.
Eres el motivo por el que las golondrinas vuelven en primavera, un sobre en blanco donde no quise escribir mis sueños por miedo a perderlos alguna vez, mi plato favorito, el camino a todo aquello que puedo llamar hogar.
Eres la personificación de todos mis miedos, que han aprendido a contestar por tu nombre y a olvidar el mio. El comodín de cualquier baraja cuando apostamos la vida. Las llaves de mi infancia. La respuesta "todas son correctas" en un test.
Me haces dudar de si alguna vez, antes de ti, he existido.
Y sonríes.
Te sorprendes y sonríes como si todo lo que digo fuera una locura.
Pero entonces oigo tu voz por mi propia boca y sé que estoy ahí.
Justo dentro de ti.
Y me siento a salvo.