lunes, 18 de noviembre de 2013

Extrañándote

Llevo varios días intentando plasmar en papel una parte de mí,
todas las heridas que sangrar al pensarte y así,
poder colarme un poquito más dentro de ti a través de estos versos,
de lo qe aún no soy totalmente consciente, 
es de que nuestra distancia es tal,que mis gritos son susurros inaudibles
que se estremecen justo antes de llegar a tu oído,
ése al que hice mío en otro tiempo,
al que le gustaba oír mi poesía y sentirla,
jugando con cada poro de tu piel hasta alcanzar tu cuello.


Y si me quedo sin palabras con solo llegar a tu cuello, 
no puedo tan si quiera pensar en tus labios, 
los más dulces y suaves que he probado nunca, 
mi debilidad, mi pecado perfecto, 
aquellos en los que me perdida con cada roce
cuando me suplicaban una vez más que los besara,
despacio,
para poder sentirnos un poco más.
Y es que tus labios no tienen descripciones que les hagan justicia
¿qué mejor formar de describirlos que probarlos de nuevo?
Tentando a mi suerte, porque si volviera a probar tus labios,
sería firmar mi sentencia final, 
ahogándome poco a poco en su sabor para luego, 
necesitar sentir su marca en los míos como un chute de heroína,
y es que tú, sí, tú,
eres la droga  a la que soy adicta, 
eres el vacío que siento cada mañana al despertar y 
deslizar inconscientemente la mano por el resto de la cama,
notando tu ausencia, abriendo los ojos y 
dejando caer una lágrima hasta la comisura de mi boca 
que recuerde el sabor amargo de tu último beso, 
nuestro último beso.
¿Cómo podría saber que iba a ser el último 
después de tantos finales con comienzo y principios sin final?
después de nuestro siempre,
ése era el requisito de nuestra historia y tú,
acabaste con él como quien tira la basura cada noche,
sin un ápice de dolor, ni nostalgia,
sin que ni un solo recuerdo de los que, 
cada día me desgarran, fueran capaz de conmoverte,
de dejar algún rasguño en tu piel,
por muy leve que fuera,
eso al menos, 
hubiera mantenido la esperanza
o simplemente, 
me hubiera retenido dentro de ti,
permitiéndome vivir contigo, 
subsistiendo de cada brote de vida que golpea tu interior
y así, algún día, pudieras encontrarme ahí y yo decirte,
a ese oído , que a pesar de todo, 
siempre estuve ahí contigo.

1 comentario:

  1. gracias por el enlace, está bastante bien el blog sigue así. El mio creo que no tiene este nivel pero si quieres echale un vistazo, www.fotolog.com/markndecker

    ResponderEliminar