lunes, 18 de noviembre de 2013

De Silencios

Irrefutable, irrevocable, irracional, indescriptible, inenarrable...
dime la diferencia que habría entre seguir buscando calificativos
 que expresen una parte de lo que es amarte y
 permanecer en silencio.
Dímela, porque aún no la encuentro
 y, a pesar de ello, sigo buscando adjetivos para describir
 en que consiste soñar contigo a cada segundo,
 ya que son más fáciles de hallar que encontrarte a ti.
Solo tú eres la razón de mis versos,
todo lo que un día sentí y hoy, escondo para no pensar,
 pero para tampoco olvidar,
porque podría guardar todos nuestros recuerdos
en el cajón menos visitado de mi armario,
 nuestros momentos en la parte menos utilizada de mi cerebro
 y mis sentimientos en lo más profundo de aquello que un día
 llamé mi corazón, tú.
 Pero dime quién podría acabar con todo esto,
 si ni si quiera tú, ni yo misma, ni el resto, pudieron,
 no nos concedimos ese derecho así que
 ¿por qué debería tenerlo ahora?
 Respóndeme,
 o ... no, mejor no lo hagas,
 porque me he acostumbrado a vivir
en la parte más olvidada de tu silencio
 y a todo lo que conlleva ese hecho.
 A pesar de ello, sigo escuchando tu nombre al caminar
cuando el frío del invierno golpea mi cara y sí,
 sigo sintiendo el deseo de que seas tú
quien caliente mis manos a nuestro paso,
 no necesito guantes si tú estas a mi lado,
 solo mete la mano por debajo de mi abrigo,
agárrala fuerte y no la sueltes, no, no lo hagas.
Demasiado irrebatible, incontrovertible, indiscutible...
 pero mantente en silencio porque es ese silencio el que acabó conmigo
pero hoy me da vida al igual que un día me lo daban tus palabras y hoy,
 moriría si alguna de ellas osara volver a engañar a mis oídos.
Que ironía ¿no amor?
como han cambiado el sentido de tus palabras en  a penas unos meses de silencios,
 de morir por no tenerlas hasta hacerlo por imaginar que
 un día pudieras volver a pronunciar unas dirigidas a mi.
¿sigues escuchándome?
 Escucha mejor todo lo que deberías decir ahora mismo,
 porque yo no estaré para escucharlo.
 Solo estaré para quererte una vez más,
 desde aquí, en silencio,
 porque las palabras se las lleva el viento
 y alguna vez pensé que los sentimientos,
corrían de la mano del tiempo pero dímelo tú...
 o no, mejor no lo digas,
 quédate cerca, conmigo,
pero en silencio,
 porque tu voz y tus palabras son más bonitas
cuando mi imaginación toma parte en ellas.



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